La música goza de muy buena salud en Sevilla

La música goza de muy buena salud en Sevilla.
La última semana es la irrefutable prueba de que nuestra ciudad es un vivero inagotable de nuevas bandas y solistas que conviven con artistas consagrados
Nico Salas


¿Quién duda, a estas alturas, de que la música en Sevilla goza de una muy buena salud? La semana que se acaba de marchar es la irrefutable prueba de que nuestra ciudad es un vivero inagotable de nuevas bandas y solistas que conviven con artistas más que consagrados a nivel nacional, pero que no dudan en compartir escenario, y experiencias, con los noveles. Además si  a esa ecuación se le suman los muchos eventos musicales que se programan en auditorios y teatros, las nuevas salas con programación estable y los festivales, tanto estivales como invernales, el resultado es irremediablemente positivo. 
La semana comenzó con un doble homenaje, el que cada año se le hace a nivel nacional, a The Beatles, que esta vez tuvo como sede el sevillano Espacio Turina, el martes 6 y miércoles 7, un evento de altura al que el público respondió.
El jueves,  los grandes protagonistas fueron el jazz y el blues, dos estilos musicales con gran tradición en Sevilla. Conciertos como el de Musgö, en la Galería Taberna Ánima, el de  Per Møllehøj Trío, en la Sala Joaquín Turina o el de O Sisrter!, en el Teatro Lope de Vega son claros ejemplos. También ese día se pudo disfrutar de Carlos Sadness en Sala la Calle o de Marcos Peñalosa en el Tabanco de Triana.
El viernes llegaba uno de los platos fuertes y más esperados. La presentación oficial de Tiempo, en la sala Malandar, nuevo trabajo de estudio de los míticos Circulo Vicioso. La noche no defraudo a los muchos que se acercaron a experimentar una mezcla de melancolía y actualidad, pocas veces vista por estos lares. A los actuales miembros de la formación, Ángel Luque, batería, Félix Cárdenas, guitarra y coros y Nani Conde, bajo, se fueron uniendo algunos de los antiguos componentes como Aquiles del Campo y Miguel Ángel Redondo. La ilustre lista de invitados no defraudó, así, Kiko Veneno, primero, y Gautama del Campo, Pájaro y Pive Amador, mas tarde, se fueron subiendo a un escenario que elevaba la temperatura de la sala con cada canción. Un “Portero de noche”, coreado por el respetable, plagado de nostalgias  y sobre todo una versión, que duro más de veinte minutos, de Puerta España, en la que participaron todos, elevo la noche a la categoría de inolvidable, con un emocionado José María Sagrista como maestro de ceremonias.
Ese mismo día, y en el imponente escenario del Teatro Lope de Vega, la música antigua y el heavy metal se daban se hacían uno solo, de la mano de Wild Chain y su espectáculo Ruta Fortunae, un espectáculo basado en los “Cárminaburana”, cantos goliardos de los siglos XII y XIII reunidos en el manuscrito encontrado en la abadía de Benediktbeuern en el estado alemán de Baviera en el siglo XIX. Una autentica delicia para los oídos más exigentes.
Otro concierto destacable del viernes fue el que ofrecieron Dorantes y Marina Heredia en el Auditorio Municipal Rafael de León de Tomares, calidad indiscutible y buen hacer en las tablas.
Ya el sábado la cita más atrayente era la que sugirió Guillermo Rayo en la Sala X, presentación de Piedras Rulantes, séptimo disco de estudio y tercero en solitario del polifacético artista, nacido en Jerez de la Frontera, residente en Madrid, pero con claras y profundas influencias sevillanas. Sin olvidar la visita a Sevilla de Nick Lowe, que protagonizó el concierto de Nocturama invernal en el Teatro Alameda, estuvo teloneado por el trío formado por Andrés Herrera Ruiz, Pájaro, junto a Raúl Fernández y Pepe Frías.
El domingo se despedía la semana, de nuevo en Malandar, con Dr. Marcosh, presentando Rabia, su primer larga duración, y Despierta Janis, un doble concierto gratuito y con horario de tarde. Viva Sevilla, viva La música.

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