Dani Martín presenta en Sevilla ‘La Montaña Rusa’

El cantante, inmerso en una gira nacional, presentará este sábado en Fibes su último trabajo discográfico.
Nico Salas


Todo preparado para la visita que rendirá Dani Martín a Sevilla. La cita en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla, FIBES, el día 1 de abril, con motivo de la presentación de su último trabajo discográfico, La Montaña Rusa, que da nombre a la macro gira que está realizando el ex de El Canto del Loco por todo el territorio nacional y que se esta saldando con múltiples sould out, de hecho para sus conciertos de abril y mayo ya no quedan entradas disponibles.
La gira concluirá ya en el mes de diciembre de este 2017 en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona con dos conciertos, los días 13 y 14. Pero antes recorrerá miles de kilómetros y serán innumerables las personas que presencien en directo sus conciertos.
Juan Puchades habla de este disco en la propia web de Dani Martin en los siguientes términos: “El título, La montaña rusa, y la imagen de la portada avisan del torbellino emocional que nos aguarda dentro, en el disco”. En esa foto, Dani Martín, con guantes de boxeo y subido en un ring, parece haber sido captado justo en el momento en el que levanta la guardia para defenderse de los golpes de su contrincante. Metáfora visual del contenido sonoro de un álbum en el que el dolor campa a sus anchas. Ese dolor que provocan las rupturas sentimentales y que deja las heridas más difíciles de cicatrizar: las que no se ven y no requieren puntos de sutura.
Son doce canciones de dolor y rabia, también de pasión y esperanza, que conforman un todo y que hay que entender como tal. Incluso Madrid, Madrid, Madrid, ese “regalo de Leiva” agazapado al final, cumple su función de epílogo. Un tema escrito espontáneamente para Dani cuando éste le contó a Leiva las cuitas de su vida reciente y el tipo de canciones con que estaba enredado. Una piedra preciosa que engarza perfectamente en la joya artesanal que es La montaña rusa. Porque se trata de eso, de artesanía de nivel facturada con cariño, entusiasmo y sentimiento para desembocar en un disco de altura. De mucha altura, y consciente de ello, y de las canciones que tenía entre las manos, Dani Martín se quiebra la voz cantando como si no hubiera mañana, rompiendo en mil pedazos la coraza y exponiéndose, porque sabe que la creación es riesgo, una aventura de la que desconoces el final y que hay que vivir dejándote en ella lo mejor de ti mismo. Sólo así se vislumbran próximos los objetivos inalcanzables y únicamente de ese modo, poniendo todo el corazón, cobran vida las grandes obras. Y Dani Martín, no hay duda, ha grabado su gran obra, un disco incuestionable. Y “que se mueran de envidia”.
Sevilla se viste de primavera y espera, ansiosa, la llegada de este músico, uno de los más carismáticos de las últimas décadas. 

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