Lizana, fusión oriental

 Antonio Lizana trae el domingo hasta la Sala Malandar la presentación de su último disco
Nico Salas


El domingo 14 los amantes del flamenco y el jazz tienen una cita ineludible en la Sala Malandar con Antonio Lizana, quien atendió a Viva Sevilla, en la Terraza del Hotel Inglaterra.
¿Dónde están los orígenes de Lizana? ¿Cuándo se dio cuenta de que su vida era la música y sobre todo la fusión del flamenco con el jazz y otros estilos musicales?
–En cuanto a la primera parte de la pregunta, cuando surge en mí la idea de ser músico, te diré que todo empieza cuando mi padre me pone discos de vinilo, de rock sinfónico de los 70, eso me conmueve de tal forma que me cambio la sensibilidad, ya no quería salir a jugar, solo quería escuchar esa música. Te hablo de Deep Purple, Pink Floid, Camel, King Crimson, y por supuesto Triana, que es Rock Sinfónico Andaluz. Desde el principio me causó fijación el saxofón y conseguí que me comprara uno. El hecho de ser consciente de que mi vida iba a ir por estos caminos se dio de una manera muy orgánica. Con 14 años comienzo a tocar con muchos grupos de flamenco. En ese momento me doy cuenta que el flamenco se me da con facilidad y lo siento muy mío. Pero mi instrumento es el saxo y los grandes intérpretes de este instrumento están en otras músicas. En los principios de mi formación yo estudiaba todo lo que hacía Paco de Lucía con su sexteto, donde ya estaba Jorge Pardo, pero después ya mire a los grandes saxofonistas de jazz de los 40 y 50, gente como Charlie Parker y otros. Con 20 años me fui a estudiar jazz al País Vasco, ahí empecé a componer mis primeros temas de jazz, que inevitablemente tenían una sonoridad flamenca, aunque no la buscaba, me salía. Yo en mi adolescencia escribía canciones, pero a partir de estar en el norte y tuve claro por dónde iba a ir mi música.
Vuelve a Sevilla. ¿Qué sensaciones tiene?
–La verdad es que he tenido buenas experiencias en Sevilla, el año pasado estuvimos 4 días en los Alcázares y fue maravilloso. Los cuatro días lleno. En Sevilla hay varios ambientes y estoy desenado ver qué gente se acerca a Malandar el domingo. Sé que Sevilla es una ciudad muy jazzística.
‘Oriente’, su último trabajo discográfico navega por músicas árabes y del Este. ¿Qué le ha seducido en esas músicas?
–Lo de Oriente ha sido más un lugar al que mirar, una fuente de inspiración que un disco de música oriental, que no lo es. Es cierto que he cogido algunos ritmos orientales que me han dado melodía para empezar los temas. Está presente el misticismo de oriente, con letras que te llevan a la meditación y a la reflexión. Estos contenidos están en las letras.
Para terminar esta entrevista te nombraré tres saxofonistas para que me los definas. El primero, Jorge Pardo
–Quizás Pardo es el instrumentista de viento más genuino que ha dado el país. Ha sido capaz de crear su sonido y su propio lenguaje.
Gautama del Campo
–De Guatama me gusta su personalidad tan curiosa, es un creador. Le gusta juntar gente distinta para arriesgar, siempre está buscando.
Diego Villegas
–Diego puede ser, sacándolo de la tabla comparativa con Pardo, mi favorito tocando flamenco con instrumentos de viento. Para mí con la flauta es donde tiene más recorrido, consigue que con instrumentos no flamencos suene flamenco.

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