Madrid-Barcelona, Cura de Humildad.
No es este un lugar destinado a hablar de futbol, esta
será una excepción que no se convertirá en regla, pero los acontecimientos
acaecidos en estos últimos días bien merecen una profunda reflexión.
Los dos grandes focos periodísticos nacionales, el catalán
y el todopoderoso madrileño, se frotaban las manos al conocer los emparejamientos
de las semifinales de la Champions League y todos daban por segura una final
Madrid-Barcelona.
El menosprecio mostrado por algunos profesionales hacia los
llamados equipos menores del continente era tan latente como peligroso. Ni el
Chelsea es el de hace un lustro ni el Bayern es el la potente escuadra de la década
de los 70, eso es cierto, pero a base de fe, trabajo, sacrifico y algo de
suerte han logrado acallar a millones de bocas que solo veían hacia sus
adentros y que ahora entran en una depresión de la que les costara tiempo y
mucho trabajo salir.
Vaya por delante que esto no es una crítica a los periodistas
españoles, aunque algunos la merezcan, es una crítica a los que dirigen el cotarro
de la prensa en este país, las grandes empresas de comunicación a las que solo les
importa lo que hagan los dos súper equipos dejando en un segundo, tercer o simplemente
en un insignificante plano al resto de mortales que practican este deporte.
Todo pintaba de color de rosa para estas empresas, ya
se frotaban las manos sus directivos y hacían sus cábalas de cuantos periódicos
venderían, cuantos pinchazos sumarian en sus redes y cuanta audiencia conseguirían
atraer en sus canales televisivos con la excusa del enésimo partido del siglo.
Cierto es que el Chelsea consiguió eliminar al Barcelona
con un futbol rácano, muy tacaño y a veces al límite del reglamento y no menos
cierto es que el futbol del madrid está a años luz del que practica el Bayern
de nuestros días. Pero analizando los presupuestos de estos equipos encontramos
una razón más que definitiva. Los de las dos escuadras españolas doblan o hasta
triplican a los de Chelsea o Bayern. El reparto injusto e insultante del pastel
televisivo en nuestro país tiene mucho que ver con estas desigualdades.
Ahora, con las posibilidades continentales
dilapidadas, solo les queda la descafeinada competición domestica en la que se repartirán los
títulos, una vez más, los dos gigantes. La liga prácticamente decidida para los
merengues y la copa con un claro favorito, el Barcelona.
Solo echar un vistazo a la clasificación para entender
cuál es la situación de nuestra liga. La liga de dos. La dualidad permanente,
aunque lo quieran negar desde ciertas esferas. La diferencia en puntos es tan
real como la vida misma, del tercer clasificado a la cabeza hay un salto de más
30 puntos. A buen entendedor……
Ahora nos quedara leer en los diarios deportivos, de
aquí a que la Eurocopa tome protagonismo, los típicos artículos que hablaran de
a quien fichara el Madrid para la temporada siguiente, quien se ira, quien se
quedara, Renovara Guardiola? Seguirá Mou?
Mientras los demás equipos seguirán viviendo de las
migajas que se les caigan del bolsillo a las dos superpotencias del fútbol mundial.
Ojala los acontecimientos sufridos en estos días sirvan
para que la CURA DE HUMILDAD sea real y se tomen medidas para hacer que este
gran deporte sea más justo para todos y no solo para los privilegiados.
Nico Salas
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