Miguel de Molina, Arte y Provocacion

Miguel de Molina







Miguel de Molina, Arte y Provocacion

Nico Salas


El Casino de la Exposición, lugar emblemático situado en el Prado de San Sebastian de la ciudad de Sevilla y dirigido por Ana Ferrand, inicia su temporada de otoño-invierno con la inauguración, hoy a las ocho de la tarde, de la exposición Miguel de Molina, Arte y Provocación. En la rueda de prensa que se celebrará hoy, además de presentar la original muestra, traída en barco desde Argentina, se procederá a la presentación oficial del libro autobiográfico Botín de Guerra, en el que se pueden leer las peripecias sufridas por el genial  artista durante toda su vida.



La exposición estará activa, para todos aquellos que quieran acercarse a disfrutarla, hasta el próximo día 24 de octubre desde las diez hasta las dos por las mañanas y un horario vespertino que abarca de las  cinco a las nueve.








La ropa que usaba en sus espectáculos, zapatos, todo ello diseñado por el genial malagueño, carteles de la época, fotografías, archivos de audio y video, cartas escritas por  diferentes personalidades haciendo referencia a Molina y hasta su máquina de coser Singer forman, dentro del privilegiado espacio del Casino, un espectacular repaso por la vida y obra del actor, cantante de copla, diseñador y empresario que tuvo que emigrar a Argentina por motivos políticos poco después del fin de la Guerra Civil española.
Es especialmente curioso que Molina nunca actuara en Andalucía y que sí lo hiciera, con atronador éxito, en regiones como el País Vasco, Cataluña, Madrid o Valencia.
El libro Botín de Guerra, de la editorial Almuzara, es una recopilación, a cargo de su sobrino Alejandro Salade, de manuscritos que el propio artista fue guardando y en los que fue contando sus vivencias a lo largo de su vida. La obra, escrita por Salvador Valverde, transcribe fielmente y sin cambiar prácticamente ni una palabra lo que dejó como legado Miguel de Molina. Sólo se han adaptado para poder unir unos escritos con otros y se han cambiado los tiempos verbales en algunos casos para que su lectura sea coherente, nos comenta Salade.
En uno de los espacios más especiales de la exposición se ha recreado el camerino del Teatro Pavón de Madrid donde el artista fue secuestrado por tres agentes, entre los que se encontraba el director general de seguridad, según sus palabras.
Estos agentes lo sacaron de allí diciéndole que lo trasladaban a las dependencias de la sede de la institución pero en realidad lo llevaron hasta el final de la Castellana, donde le propinaron una brutal paliza en la que llegó a pensar que estaba muerto.
Miguel de Molina, después de una triunfal gira por el norte de España, llegó a Valladolid donde decidió no trabajar más bajo el yugo del régimen y así se lo hizo saber a las autoridades con el resultado de que a su llegada al Teatro Pavón de Madrid se encontró con la realidad de su rapto y posterior maltrato.
A partir de ese momento sus actuaciones fueron sistemáticamente boicoteadas hasta que tuvo que viajar a Extremadura por expresa orden oficial y más tarde tomar camino hasta Argentina, donde vivió el resto de su vida. Molina murió en Buenos Aires en 1993 no sin antes recibir, en 1992, la medalla de la Orden de Isabel laCatólica de manos del Rey don Juan Carlos. De este galardón el artista comentó que el reconocimiento le había llegado muy tarde.

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