Maga Kids, concierto didáctico para niños

Maga




Dejad que vengan a mi
Nico Salas
Maga Kids, concierto didáctico para niños” es un espectáculo de la banda de pop-rock Maga, especialmente dirigido al público familiar, de entre 3 y 4 a 100 años, según sus protagonistas. Las citas son el sábado 16 y el domingo 17 de marzo en Sala Cero, en la calle Sol 5, Santa Catalina.
  Con la ayuda de una animadora-presentadora la banda explicará a padres y niños qué es la música, para qué sirven los pedales, por qué las canciones nos transmiten diferentes estados de ánimo, etc… todo ello tomando como ejemplo las canciones del grupo.

  Con esta iniciativa se pretende realizar una labor de difusión cultural entre los más pequeños y acercarles un tipo de música a la que normalmente no tienen acceso, bien por el simple hecho de ser menores o simplemente porque se realiza en lugares y horarios inadecuados a su edad. En esta ocasión, el concierto se hará en un teatro para facilitar el acceso a toda lafamilia.
Maga Kids nace especialmente como encargo para participar en el ciclo Kid Rock del Teatro Central de Sevilla donde se hizo en el 2011. Recientemente el espectáculo ha visitado el teatro Alhambra (Granada) y el teatro Cánovas (Málaga) con una gran aceptación por parte tanto de los niños como de los adultos que confiesan, emocionados, que ellos también aprenden con el espectáculo.
A la hora de plantear el trabajo les surgió la duda sobre si debían adaptar el repertorio y tocar canciones “infantiles” o por el contario tocar sus propias canciones. Tras numerosos debates entre cervezas y pica-pica del fuerte, se dieron cuenta de una realidad ineludible y que a menudo no tomamos en cuenta: los niños son bastante más inteligentes de lo que a menudo nos creemos y, por supuesto, hay niños mucho más listos que la mayoría de los adultos. Son más intuitivos y sinceros. La respuesta estaba pues bastante clara: no se adaptaría el repertorio.
Los niños, padres, madres y profesores van a ver un concierto de Maga, eso sí, se decidió incluir en el show una figura que sirviera de nexo entre la banda y los niños para que pudieran disfrutar y entender mejor lo que estaban viendo-escuchando.
Algunos padres han declarado al finalizar el espectáculo: “La experiencia o más bien, el experimento, ha sido gratificante y divertido. Tanto, que nuestros hijos nos obedecieron sin rechistar durante… ¡un día entero!”.
Llevar la música a los niños, de una manera natural, sin estridencias y sin obligaciones, más allá del gusto por oírla y conocerla, resulta una actividad realmente gratificante y didáctica. Los responsables de la educación de los menores en nuestro país deberían tomar nota de este tipo de iniciativas para así cumplir con su obligación, que no es otra que educar, utilizando las herramientas que el siglo XXI y las clarividentes ideas de algunas personas que, con sentido común, ponen a nuestro alcance.



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