Presentacion Numero 3 de TeVeo

Sabado 3 de mayo en La Caja Negra
Como es norma de la casa, el acto estará amenizado con un concierto de puro Rock’nRoll, con la nueva formación comandada por Paco Alejo, Alejo&4leguas.

Prologo Numero 3


Y aquí estamos otra vez, para decepción de los agoreros que nos daban tres telediarios. Y para alegría e inspiración de algunos pocos (locos, como nosotros) que piensan que se puede seguir creando sin contar con la ayuda económica de la oficialidad institucional, sea ésta del color que sea. Mecenazgos cortesanos por los que más temprano que tarde, hay que pagar. Sea con pleitesía servil de fiel siervo, ante la nueva aristocracia constituida en que se han convertido los políticos profesionales, sean de diestra o siniestra. Sea ante la rancia, la de toda la puta vida de su Dios, con silencio ante ese Rey que pasea sus vergüenzas y las de su yerno y las de la niña, pues del mismo género son, y no se le puede espetar públicamente que está desnudo. En pelota picada, vamos. Que la gallina canta que es cosa fina.

En estos tiempos en los que los “artistas” no paran de llorar como plañideras para que les subvencionen sus pajitas mentales, para mayor gloria de su autoestima ombliguera y su ego onanista. En tiempos procelosos cuando los buenos periodistas, críticos, veraces y rigurosos, son desechados en pro de otros “colegas” menos incómodos, que en vez de informar la verdad, la deforman, pervirtiendo el sentido de la ética formación implícita que hay en todo buen periodismo y convirtiéndola en pura propaganda, política o de mercadotécnia. Pero nosotros, como irreductibles galos, los dementes orgullosos de serlo, los cuatro majaras que componemos este paupérrimo fanzine, gritamos como Diógenes con rabiosa alegría nuestro NO, nuestro descontento, nuestra insurrección. Y para ello intentamos utilizar un arma peligrosísima: ejercer el humor socarrón, salvaje e indomable, zafio y burdo en ocasiones, sí. Pero como el de hienas que ríen con alegre ferocidad, incómodo a la mojigatería del buen talante, del tono adecuado y las buenas formas, de lo que llaman lo políticamente correcto. Esa ortodoxia que sólo sirve a los que están en una posición de privilegio, postura desde la que pueden afear la conducta a quienes les son molestos preguntando por qué están allí tan altos y altivos. Y qué espúreos meritos les sustentan.

En fin, discursitos aparte: que aún estamos aquí y que pensamos dar basto y bastante porculo, un poco más. Seguiremos metiendo el dedo en la llaga, la mano y hasta el antebrazo, cual fist-fucking, si nos place.
Relájense y disfruten. Nosotros haremos el trabajo sucio.

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