Nico Salas se adentra en la vida del escritor con la biografía del bailaor flamenco Raúl Martín

Nico Salas, Foto Jesus Garcia Serrano


Rafa González - 06/12/2014 04:40:24


El encargo de una biografía ha despertado el gusanillo de la escritura a este periodista cultural sevillano que sigue así los pasos de su padre, Nicolás Salas.

El periodista sevillano Nico Salas vive desde hace poco una nueva vida, la del escritor. Continúa así la estela de su padre, Nicolás Salas, prestigioso escritor sevillano con más de 50 libros a sus espaldas, varios premios literarios y reconocimiento público en la ciudad hispalense. Tras escribir la biografía del bailaor flamenco Raúl Martín, en una bonita historia que surge de una entrevista de trabajo, Nico Salas tiene el gusanillo más que despierto para seguir escribiendo y creciendo como escritor.

¿Por qué escribe sobre Raúl Martín? ¿Cómo surge la historia?
Escribo por un encargo. A él le dan la medalla de oro de Andalucía, lo hacen marchenero del año 2012 y me mandan hacerle una entrevista. Da la casualidad de que este señor ya tenía referencias de mi padre y tras la entrevista quedamos como amigos. Él se vuelve a Hollywood, le envío la entrevista por correo electrónico y a los pocos meses me llama para decirme que vuelve a Sevilla para ofrecerme que yo escriba su biografía. Llegamos a un acuerdo rápidamente y ahí empieza todo.
He leído que nunca antes había escrito un libro entero, ¿cómo asumió entonces la petición de escribir esta biografía?
He escrito muchos artículos y relatos cortos, pero un libro no había escrito nunca antes. Ha sido un reto. La petición me cogió de sorpresa, ya que esperaba que la petición se la fuera a realizar a mi padre, que es el que verdaderamente es un escritor consagrado. Él quería que fuera yo y estoy encantado.
¿Cómo definiría su obra? ¿Qué es lo más especial que encuentra en ella?
La obra es un tsunami de información. Al principio venía toda la información cronológicamente bien ordenada, pero lógicamente un señor que tiene 88 años y que cuenta su vida entera, cuando termina empieza a recordar y a contar más cosas. Me envía además cintas de radiocasete desde Los Ángeles hasta aquí, y a partir de ahí lo que intento es escribir de una manera muy llana y sencilla, para que no se convierta en una historia pesada, y darle sentido a toda esa información. Imagínate un hombre que ha vivido en tres continentes, que ha bailado delante de todos los dictadores de los 50 y 60, con Lola Flores, Caracol y que luego en Hollywood se hace amigo de todos los artistas de la época, es mucha cantidad de información que había que ordenar para hacer una especie de novela.
A nivel personal, ¿qué ha significado para usted escribir esta biografía?
Darme cuenta de que soy capaz de no sólo escribir artículos en un periódico, sino que también soy capaz de contar una historia tan rica en anécdotas. También ha significado entrar de lleno en el mundo de los escritores y que se me despierte el gusanillo para seguir escribiendo.
Eso es lo que le iba a preguntar ahora. ¿Sobre qué le gustaría escribir? 
Como soy periodista cultural especializado en música, sobre todo en música sevillana, y además soy fotógrafo y cuento con un gran archivo fotográfico de músicos sevillanos que hace una gran cantidad de información gráfica, la cual quiero complementar con un gran trabajo de documentación para contar cuál ha sido la historia de la música en Sevilla desde los años 70, con los primeros grupos que hacen flamenco rock hasta nuestros días. El final del libro sería qué grupos tenemos en la actualidad y qué línea sigue el rock sevillano.

Foto Jesus Garcia Serrano

¿Qué expectativas tiene en cuanto a la obra una vez publicada?
Como todo el mundo, queremos que se venda mucho, pero en realidad este libro es un encargo para que se quede escrito y los hijos y nietos de Raúl Martín tengan conciencia de su vida. Quiere dejar huella de su vida bien contada. A partir de ahí, todo lo que se venda bueno es. Y todo lo que sirva para que mi nombre vaya entrando en el mundo de los escritores, bienvenido. Me daría prestigio y ganas de seguir.
Hablemos ahora del protagonista de la obra, ¿qué es lo que más destaca de él?
Hay dos cosas muy diferenciadas: su amor por su tierra, Marchena, que hace que los negocios que ha montado aparte de los tablaos flamencos lleven el nombre de Marchena. Todos los coches que Raúl Martín ha tenido llevan en su matrícula Marchena (risas). En su casa está prohibido hablar en inglés, sus hijos han nacido allí y saben perfectamente inglés pero en su casa está prohibido hablarlo. Sus raíces nunca las olvida. De hecho, tuvimos que presentar primero este libro en su pueblo, Marchena, porque él lo decía.
Por otro lado, la vida de locos que ha llevado. A su padre le tocó la lotería, se compraron una casa en Reyes Católicos y comenzó a bailar flamenco. Entre otras cosas, dio clases de sevillanas a la duquesa de Alba. Fue entrando en el faranduleo de la época y lo contratan para bailar en Madrid. Viaja por toda España y aprovecha la oportunidad de hacer una gira por Sudamérica con Carmen Amaya. Ahí conoce a su mujer, una bailarina rusa. Ambos dejan lo que estaban haciendo y montan una escuela de baile flamenco en Bogotá. Llega un productor americano y les ofrece montar un espectáculo por Estados Unidos durante dos años, lo cual les hace decidir estabilizarse en esa zona. Ven la oportunidad de su vida cuando les sale un espectáculo en Los Ángeles y se quedan allí. Compra un estudio donde se hacían películas mudas y monta un tablao flamenco, el primero que se hacía por allí. Eso supone un gran triunfo y se va haciendo rico. Ahora está retirado de todo, tiene cinco casas en Hollywood y vive de la renta de lo ganado anteriormente. Es un humanista nato, no le ha tenido miedo a la vida. Si ha visto que su éxito estaba lejos de su casa, allí ha acudido.
¿Qué valoración del libro le ha transmitido el protagonista?
El está encantado, afortunadamente. Me comentó que lo iba a leer como si no fuera el protagonista. Y me ha dicho que le ha gustado mucho, que todo lo que me había transmitido está reflejado en el libro y no se hace pesado.
La figura de su padre, ¿es su mejor espejo? ¿Qué consejos le da? 
Evidentemente, tener en casa a una persona del calado de Nicolás Salas te marca. Está súper considerado a nivel literario en Sevilla. Cuenta con grandes premios literarios y tiene una trayectoria profesional envidiable. No para a la edad que tiene. Es de las pocas personas que han reconocido en vida con una calle en Sevilla. Tenerlo en casa y fijarte en cómo trabaja te ayuda a mejorar. A la hora de escribir no le pedí consejos, sino cuando terminé. Vio dos o tres cosas en el libro que pensaba que no estaban bien y me lo comentó. En el proceso hemos hablado mucho pero directamente no me ha aconsejado. No se puede tener mejor maestro.

Foto Jesus Garcia Serrano

Es usted un periodista cultural. A nivel periodístico, ¿En qué punto se encuentra actualmente la cultura? 
La cultura se encuentra igual que en toda España. Hubo una época en la que el partido socialista apostó por la cultura, no solamente por la música, sino por la escultura, pintura… había compromiso institucional con la cultura. Ahora, ese compromiso no existe, no hay nada subvencionado y cada vez lo ponen más complicado. Lo del 21 por ciento de IVA es sangrante. Hablo con promotores de conciertos y me dicen que organizar un gran concierto les cuesta dinero, ya que de cada entrada hay que repartir porcentajes entre IVA, autores, lo que gana el grupo, seguridad… Es imposible hacerlo. Arriesgas a que como la gente no vaya, pierdas dinero. Desafortunadamente, el PP le ha dado la espalda a la cultura históricamente.
¿Y el flamenco? Ya que la obra versa sobre una de sus figuras…
El flamenco está vivo. Tomando palabras del protagonista de mi libro, que sabe mucho más que yo, y dice que en el cante hay una base sólida y se respetan con cierta evolución los cánones clásicos. Hay cantaores y cantaoras que lo hacen muy bien y con un sabor muy puro. En cuanto a la guitarra y al baile es todo lo contrario. Él dice que se ha perdido la esencia del baile flamenco sosegado, tranquilo y gustándose. El baile de ahora es a ver quién taconea más. Y además dice que van vestidos como oficinistas (risas). Y en cuanto a la guitarra ocurre igual, es una competición de a ver quién mueve los dedos más rápidos. Menos Paco de Lucía, la gran mayoría de guitarristas compiten por ser más espectacular. Yo estoy de acuerdo con lo que dice.
¿Valora el público lector el periodismo cultural?
Tiene consumo. Mucho más del que nos creemos. Te voy a poner un ejemplo. Yo escribo todos los días la contraportada del Viva Sevilla que va sobre cultura, y los viernes saco una guía musical que está entre las dos o tres noticias más leídas del periódico. Hay gente que me ha llegado a decir que no hace planes de fin de semana hasta que no ve la guía. No es como antes, pero sí que hay mucha oferta. También influye que ya no se venden discos, entonces sube el número de conciertos.






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