Una grieta encajada

Jero Romero, acompañado de su banda, presenta en Sevilla su nuevo trabajo
Nico Salas


El próximo viernes 16 de enero visita Sevilla el toledano Jero Romero para presentar su nuevo disco La Grieta. El concierto se celebrará, a partir de las nueve y media en la Sala X.
¿Qué sensaciones están encontrando con este nuevo trabajo en la gira?
–Sensaciones muy positivas. El público, que es lo realmente importante, cada vez es más numeroso y la gente sale feliz, hasta donde yo puedo saber. Aparte, en lo que a nosotros respecta, pienso que hemos logrado dar con un set de canciones muy completo y bien hilado, juntar las canciones de dos discos tan diferentes no fue fácil. Ahora todo ha encajado, es el momento en que más a gusto estamos. Según mi visión, nunca hemos tocado tan bien ni hecho conciertos como los de ahora.
¿Se ha sentido más unido que nunca a su público gracias al crowfunding?
–Sin duda. Para entenderlo bien o tener más credibilidad deberían ser ellos los que respondieran a esta pregunta, que contaran cómo lo han vivido. Han estado conmigo todo el proceso, desde que compuse las canciones hasta que se transformaron en un cd plastificado. Es una gran diferencia respecto a una compra de un cd usual. Yo simplemente les he dejado entrar y les he dado información, sobre mí, sobre qué es componer una canción o sobre cómo se hace un disco. Cada uno entra hasta donde quiere. Creo que compartir tanto nos enriquece y nos condiciona para bien, a ellos a la hora de escucharme, a mí a entender qué le sucede o qué piensa esa “masa amorfa” que denominamos público.
La última vez que estuvo en Sevilla en concierto fue un acústico y ahora llega con toda la banda. ¿Qué se va a encontrar el público en el concierto?
–Básicamente, todo lo contrario a aquella última vez en acústico. Y bastantes diferencias con respecto al disco, no es simplemente trasladar lo grabado al directo. La sorpresa general suele ser que hay mucha más potencia, más electricidad de lo que se esperan después de escuchar los discos.
¿Que diferencias ha encontrado a la hora de componer ‘La Grieta’ y ‘Cabeza de León’?
–Hay muchas diferencias, demasiadas como para enumerarlas todas, porque todo ha sido diferente. Otra cosa es si eso se transforma en algo diferente para el oyente. Ahí, yo creo que coincidiríamos en que éste es un disco de banda, de grupo, puro y duro. Por fuera sale mi nombre y ya no lo puedo cambiar pero ahora vivo otro momento y no estoy solo.
¿Por qué  en vuestros conciertos os apiñáis en muy pocos metros cuadrados?
–Estar juntos nos permite tocar a mucho menos volumen y apenas pedir instrumentos por monitores, o sea, hay menos ruido en el escenario. Eso es crucial para tener diferentes intensidades tocando y para tocar lo mismo, juntos, básicamente porque escuchas a todos. No estás en tu mundo gustándote. Para mí, personalmente, tener el sonido de la batería real a un metro, esa presión, sentirla en los pies, es importante. Además, creo que el contacto visual con tus compañeros, oírte hablar y verte tan cerca, influye mucho en el ánimo. Por lo menos a mí me pasa. No es algo estético, aunque también me parezca más bonito.

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