En las entrañas de Happy Place nos encontramos con Miraflores, Pelo Mono, Cabeza Fuego, Surrounders, Rufus T, Daddy Longlegs, Love Rita, John Fitzgerald, White Chapel, Bikini Red y, sobre todo, con Pájaro.
Años después de que discos emblemáticos como Veneno, Échate un cantecito, Al este del Edén, Guitarras callejeras, El blues de la frontera o el mismísimo La leyenda del tiempo y grupos como Smash y Triana sacudieran los pilares de la música española, sentando las bases de la fusión y los nuevos estilos en casi todas sus vertientes, llegó Santa Leone.
Este trabajo discográfico, una realidad gracias a Happy Place, constituyó la última vuelta de tuerca al maridaje de diferentes estilos musicales entrelazados. El más puro rock sevillano, con permiso del gran Silvio, el espagueti western y las influencias de Sergio Leone y Ennio Morricone, además de la inclusión de la música sacra, marchas procesionales que entran en escena con notas de la genial corneta de Kini Triana, dando un paso genial e inesperado en la historia de la música.
En marzo de 2012 se presentó Santa Leone en la Sala Sol de Madrid, y desde ese momento inolvidable, desde que empezaron a sonar los primeros acordes, cautivó a propios y extraños. Era curioso ver las caras de los profesionales de la música, en todas sus vertientes, congregados en el local capitalino, al escuchar esa nueva música, música que sale del alma de este Pájaro y que consiguió aglutinar las más positivas críticas de la mayoría de los eruditos musicales del país.
Esperamos, todos, la aparición del segundo disco de Andrés Herrera, con algo de ansiedad pero con la tranquilidad propia del que sabe que será una nueva joya de la música, hecha en el sur pero con voluntad de convertirse en universal.
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