Final de la Copa del Rey. La gran Chapuza

Verguenza Nacional.

Nico Salas
Otro año que tenemos que aguantar la inoperancia de la Real Federación de Española de Futbol, con Angel Maria Villar,  su corrupto e inoperante presidente eterno a la cabeza. Otro año que hemos presenciado, atónitos, como la gran chapuza se iba cocinando hasta llegar a un desenlace vergonzante que una vez más delata el odio fraternal de los españoles entre sí.
El presidente del Real Madrid, en nombre de gran parte de la masa social del un día querido y admirado Real Madrid, dejaron claro, desde el principio, antes de que se supiera lo del ya famoso concierto de el Boss, Bruce Springsteen, que no iban a permitir que el Barcelona levantara una nueva copa en su santuario. Se puede ser mas ruin y estar más enfermo de envidia?

Si la Real Federación hiciera su trabajo, en tiempo y forma, estos problemas no existirían. No se puede estar todos los años igual. No se puede esperar, año tras año, a que se conozcan los finalistas para decidir la sede de una competición que se muere por la incompetencia de los dirigentes deportivos de este país.

La Final de Copa debería tener sede asignada al principio de la competición, independientemente de quienes sean los finalistas. O como se hace en todos los países importantes de Europa, tener un sede fija, donde cada año se celebre la gran fiesta del futbol.

Wembley es la sede permanente de la Fa Cup, Copa Inglesa, el  Estadio Olímpico de Berlín lo es en Alemania, el Stade de France en Francia  y  el  Estadio Olímpico de Roma, en el país transalpino.

 Porque en España tenemos que presenciar esta chapuza anual?
Al final se ha decidido que sea el Estadio Vicente Calderón el que alberge tan magno acontecimiento, pero, si analizamos la designación y la fecha, nos damos cuenta que, para empezar, serán muchos miles de aficionados de los dos equipos los que se quedaran sin entrada por falta de aforo y  que, al ser en domingo su celebración, otros muchos tendrán que perderse un día de trabajo o la final, porque no podrán volver a sus ciudades a tiempo. Chapuza Real o Real Chapuza, llámenlo como quieran.

Mientras, nuestro “querido” presidente de la Real Federación lucha contra viento y marea en su otra casa, La UEFA, para que no le salpiquen los innumerables casos de corrupción que azotan al máximo organismo futbolístico continental y deja de lado las labores propias de su cargo. Pero a él le da igual. Lleva casi 30 años presidiendo y esquilmando la Federación, es su cortijo particular y no hay nadie que se lo discuta. Cuantos Secretarios de Estado para el Deporte han ocupado su cargo manteniendo a este impresentable en su sillón dorado?  No olvidemos que esta investigado e imputado por malversación de fondos  y otros delitos contra el bien público, pero sigue ostentando su cargo y saqueando todo lo que puede.

Otro año que nos aguantamos, sin rechistar, otro año que se ningunea una competición que debería ser una fiesta y que se ha convertido en una vergüenza nacional. Lo último, la decisión de los tribunales de no catalogar como delito la gran pitada al himno nacional en la última final celebrada en Barcelona, con la consiguiente  humillación pública  al Jefe del Estado, Don Felipe VI, que da nombre, pero no protege, a nuestra Copa Del Rey.

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