Del jazz al flamenco

Antonio Lizana presentará en la sala Malandar su disco ‘Quimeras del mar’
Nico Salas


El saxofonista y cantaor Antonio Lizana presentará en Sevilla el jazz con sabor a flamenco de su nuevo trabajo discográfico, Quimeras del mar.La cita es el sábado 23 de abril en la Sala Malandar, a las diez y media de la noche.
Antonio Lizana Group es su actual proyecto musical personal, en el cual ejerce de saxofonista, cantaor y compositor. Con este proyecto acaba de sacar su segundo disco Quimeras del mar, y ya han realizado más de setenta conciertos en el último año por toda España y Europa, la mayoría en festivales de jazz y salas especializadas. Antonio Lizana viene de presentar el “making of” de Quimeras del mar y de celebrar su treinta cumpleaños con dos  conciertos muy especiales en la sala Clamores de Madrid, con clamoroso éxito de público y crítica.
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Comenzó los estudios de saxo a los diez años en el conservatorio de San Fernando (Cádiz) y tuvo sus primeros contactos con el jazz en varios seminarios del género impartidos por Jerry Bergonzi, Dick Oatts,JimSnidero o Perico Sambeat. En 2011 finalizó los estudios superiores de Jazz en el centro Superior de Música del País Vasco, Musikene, donde nació su proyecto, Antonio Lizana Group.
Galardonado con el premio Cádiz Joven en el campo del arte como reconocimiento a su proyección, ha participado con la Afrodisian Orchestra, de Miguel Blanco, donde interviene como saxofonista, arreglista y cantaor. También ha colaborado en el último disco de la Big Band de Arturo O’Farrill, con sede en Nueva York, en calidad de saxofonista, cantaor y arreglista, siendo este trabajo ganador de un Grammy al mejor disco de latín jazz instrumental. Ha compartido escenario con los hermanos Andy y Jerry González, Marcus Miller, Dave Valentín, Papo Vázquez, Pablo Mayor, Cristina Pato, XimoTebar o GreggAgust, entre otros.
La música de Antonio Lizana traspasa fronteras. El artista se mueve, como pez en el agua, entre dos estilos tan atrayentes como complicados, como son el flamenco, que lleva en la sangre, y el jazz, que domina a la perfección. El resultado de la fusión de ambos estilos musicales es, musicalmente hablando, sugerente, diferente y embaucador, llevando al oyente a un universo armonioso que evoca diferentes sensaciones, dependiendo del entorno y la situación en que se escuche. Disfrutar de este Quimeras del mar es realizar un viaje imaginario entre la costa de Cádiz y el Nueva York más cosmopolita, o crear un puente aéreo directo entre la Triana profunda y las riveras del Mississippi.
Flamenco y jazz, jazz y flamenco, dos maneras de entender la música con claras raíces en grupos de personas que la sociedad ha tendido a aislar. Por un lado, en el caso del jazz , la gran comunidad negra estadounidense, y la gitana española, en el caso del flamenco.
Ambas comunidades han mantenido, y mantienen, una encarnizada lucha por conseguir un status social que sea algo más justo. Quizás esta circunstancia ha hecho que se agudice el ingenio de estos artistas, en cierto modo marginales para muchos. Por esa razón, entre otras, es por la que han destacado en el mundo de las artes, en general, y más concretamente y de manera muy significativa, en la música.
Una vez más, únicamente atendiendo a los sentimientos más profundos y arraigados, la cultura y la música vuelven a ensamblar lo que otras fuerzas, históricamente, han intentado separar.

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