El Faro de Trafalgar
Construído en 1860, el Faro de Trafalgar, con sus 34 metros de
altura (51 sobre el nivel del mar), es uno de los edificios singulares del
litoral gaditano y andaluz. Guía durante décadas para navegantes, esta torre
blanca de forma cónica se alza sobre el Tómbolo de Trafalgar, patrimonio
geológico andaluz y testigo privilegiado de algunas de las páginas más
importantes y trágicas de la historia de España. Episodios entre los
que cabe destacar la Batalla de Trafalgar (1805), uno de los mayores combates
navales de todos los tiempos que tuvo como fatal resultado la abrumadora
derrota de la flota franco-española a manos de la armada inglesa liderada por
el almirante Nelson. Un enfrentamiento del que, aún hoy día, son testigos mudos
los numerosos pecios que se localizan frente a estas costas.
Heredero directo de la torre de vigilancia que allá por el siglo
IX levantaron los árabes y con cuyos restos aún hoy día comparte
protagonismo, el Faro de Trafalgar es uno de los balcones privilegiados de esta
bella y extensa franja del litoral gaditano; testigo, allá por mayo, del
paso frenético de los bancos de atunes que buscan el Mediterráneo para desovar
y que, en una pequeña proporción, son levantados por las milenarias
almadrabas gaditanas (Conil, Barbate, Zahara de los Atunes y Tarifa).
Situado frente a un mar rocoso en el que tienen lugar
algunas de las corrientes submarinas más temidas y peligrosas de las
inmediaciones del Estrecho de Gibraltar, a su derecha se divisa una extensa
franja de arena fina que viene a desembocar en Conil, lugar de peregrinaje
para miles de personas a lo largo de la temporada de playas.
A su izquierda, se adivinan los Caños de Meca y los
acantilados de Barbate, en los que encuentran abrigo un sinfín de aves;
mientras que, como incomparable telón de fondo, el Faro de Trafalgar disfruta
del Parque Natural de La Breña, en el que se localiza ese otro referente para
los navegantes de un pasado ya lejano, la Torre de Meca.
Reformado en diferentes ocasiones (actualmente su óptica tiene
un alcance de 29 millas), el Faro de Trafalgar afronta ahora una etapa bien
distinta para la que fue ideado, la de, al amparo del Programa Nacional de
Puertos del Estado, convertirse en alojamiento turístico. Una iniciativa,
aún en proceso de desarrollo, que vendrá de la mano de un centro de
interpretación de carácter cultural.
Comentarios
Publicar un comentario