El golpe más original

El percusionista utrerano Antonio Moreno llega ala Bienal con uno de los montajes más esperados
Nico Salas


El próximo 27 de septiembre tendrá lugar en la recientemente remozada Iglesia de los Franceses uno de los montajes más originales de toda la programación de la Bienal de Flamenco, El Golpe, del genial percusionista utrerano Antonio Moreno.
En la sinopsis firmada por Pedro G. Romero se pueden leer opiniones como: “La originalidad de la percusión flamenca de Antonio Moreno viene de su punto de partida. Es raro ver en el mundo del flamenco un acercamiento como éste, un tipo de golpeo que procede de la academia radical moderna, esa precisión desconcertante que muchos llaman música contemporánea. Siendo original de Utrera, Antonio Moreno empezó a baquetear en la banda de cornetas y tambores de su pueblo. Su golpe viene de ahí, de entender la mano como el parche de la caja y de la saeta y de ahí al flamenco, claro. El flamenco es una producción social y la música de Semana Santa esta incardinada con la flamenquería. Quiero subrayar eso, precisamente, que no se trata de un percusionista latino, ni de un jazzmen, ni de baterista de rock and roll. No, no es solo un cajonero enrollado ni un virtuoso de la lata, por mucho que admire estos géneros. Lo suyo son Varese, Elliot Carter o las Claphands de Steve Reich. Esa percusión -en el golpe, en el compás, en el silencio- fue lo que valoró el festival de la Unión para reconocerle con el Filón de 2014, al mejor instrumentista flamenco”.
En cuanto a sus orígenes, Romero recalca que “son estos orígenes los que han potenciado su atención a Manuel Soler o a José Antonio Galicia o a Tino de Giraldo, enormes maestros de la percusión flamenca a los que dedica su mirada, su oído, su tacto. Lo que Antonio Moreno quiere hacer notar es la inventiva tímbrica de estos maestros, sus hallazgos rítmicos, el pulso de su tambor. Nada de homenajes, no me malinterpreten. El estudio de los maestros denota admiración, cuidado, apego. (...)
Origen, no es tanto un lugar de procedencia como un destino. Escuchen hacia donde se dirige nuestro Antonio Moreno. Nos ha traído un conjunto de trabajos de este último año. Sus colaboraciones jugosas, precisas con la voz y el cuerpo y la palma de Juan José Amador; el diálogo, el apoyo, el equipo, el laboratorio que le proporciona Agustín Jiménez; los juegos de lenguaje, trampas y laberintos en que le mete Pedro G. Romero llevándolo a pasear por el Polígono San Pablo; los experimentos y experiencias que ha vivido acompañando a Israel Galván. Escúchenlo. Hasta los sordos son capaces de notar cómo vibra su asiento, el suelo, los oropeles de una iglesia que arde en su fulgor barroco. Percusión”.
El programa incluye Solo de varas; Piedras… (Antonio Moreno); Saeta, (Juan José Amador); Taranta (Antonio Moreno, Juan José Amador); Soleá (Antonio Moreno, Juan José Amador ); Minera de Paco de Lucía (Agustín Jiménez); Rondeña de Ramón Montoya (Antonio Moreno); y After Steve Reich (Antonio Moreno, Agustín Jiménez).
Después llegan los guiños al Polígono de San Pablo con tres partes: El wistonero, Algunos gamberros y El insumiso. Estas piezas, de Pedro G. Romero, están basadas en tres persecuciones policiales por el entramado de calles del Polígono de San Pablo con nombres de palos flamencos -Seguirilla, Soleá o Bulerías- y constituyen un bloque del programa en el que el atestado policial pasa a ser una partitura flamenca. El montaje finaliza con Solo de percusión corporal y caja (Antonio Moreno con electrónica de Israel Galván).
Ya es imposible poder adquirir entradas para este espectáculo ya que está todo vendido desde hacer muchas fechas

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