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| El disco es una colección de canciones basadas en potentes ritmos electrónicos, guitarras envolventes, sintetizadores y efectos Nico Salas |
Error 6 es una banda procedente, como ellos mismos aseguran, de un lejano planeta llamado Utrera (Sevilla). El pasado día 26 de septiembre lanzaron un nuevo LP, homónimo y cocinado a fuego lento, como los buenos platos.
Si metemos en una coctelera los ritmos electrónicos de The Prodigy, Chemical Brothers o Fat Boy Slim, añadimos el hard rock de Led Zeppelin y el punk de Sex Pistols y finalmente aderezamos con unas gotas de psicodelia, big beat y drum'n bass, nos encontramos con la explosiva mezcla de sabores que nos propone Error 6.
El disco es una colección de canciones basadas en potentes ritmos electrónicos, guitarras envolventes, sintetizadores y efectos que tienen como hilo comunicador el espacio, otros mundos y una mirada hacia ese otro lado al que la música te transporta. Ocho temas que hacen bailar tanto al cuerpo como a la mente y permiten experimentar diferentes sensaciones que pasan por el amor, el odio y el éxtasis.
Invasion, el primer corte del álbum es toda una declaración de intenciones, “Hemos venido a invadirte y no vamos a hacer prisioneros”. Un golpe directo al mentón, un instrumental basado en ritmos electrónicos potentes y sólidos como una roca perfectamente mezclados con guitarras que beben del rock psicodélico.
En My New Toy encontramos a Nirvana y Queens of The Stone Age filtrados por una caja de ritmos, un auténtico pildorazo de E-Rock con guitarras musculosas y violentas. Tiger Beat es un final de fiesta por todo lo alto. Ritmos vacilones, guitarras chulescas y “groove” por un tubo se mezclan en uno de los momentos más álgidos de los directos de Error 6.
La conjunción de estilos de Error 6 convierten a la banda en un auténtico torbellino musical con un potente directo que no deja indiferente al público tal y como han demostrado recientemente en el festival IntraRiberas (Alcalá de Guadaíra) y junto a Joe Crepúsculo en el ciclo Pop CAAC (Sevilla). Intros de películas y una puesta en escena tan gamberra como impecable hacen de sus directos una auténtica fiesta.
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