Escritos de Benito Pérez-Galdós que se convierten en profecías.

Escritos de Benito Pérez-Galdós que se convierten en profecías.
Fragmento del libro de Benito Pérez-Galdós La fe nacional y otros escritos sobre España,

 publicado en 1912:
«Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte...
No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey revolucionaria. No creo ni en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos.
La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis ética, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental.
Tendremos que esperar como mínimo 100 años más para que en este tiempo si hay mucha suerte nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos actualmente».
Pérez Galdós profetizó la hecatombe de 1936.


Pero bien habría profetizado el actual estado de la política y lo social en España, o lo que queda de ella. Cada palabra, dato, hecho y profecía ya se han cumplido, o irremediablemente se cumplirán, en los próximos años en nuestro país.
Los paralelismos son tan evidentes que tengo que confesar que el miedo que tenía hace meses se ha convertido en pánico, después de comprobar, con los nombramientos de los nuevos ministros, que todo sigue, y seguirá, igual en España, al menos en los próximos meses, porque no me atrevo a vaticinar que este nuevo gobierno dure años. A ver cómo se van desarrollando las sesiones parlamentarias en el Congreso y a ver cómo responde el PSOE después de la bochornosa abstención a la que obligo, de forma dictatorial,  a sus diputados electos.

Nico Salas








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