Metaflamenco Djinn

LLega el nuevo trabajo de Jorge Patdo.
 Flamenco, Groove y Electronica.
Nico Salas


Más allá de la música conocida, hace ya tiempo que Jorge Pardo ha acostumbrado a sus seguidores a esperar de él lo inesperado. Llega este nuevo trabajo discográfico empapado de vanguardias. Un proyecto que aborda los orígenes del flamenco desde lo más profundo del cante, suena a groove y se acerca a lo más novedoso  de la electrónica.
Djinn comparte la forma, la banda y el sonido de Historias De Radha y Krishna pero se adentra en la esencia del flamenco por lo más grande del cante para llevarlo más allá de los confines de sus fronteras actuales. Órganos Hammond, teclados con sonidos ácidos, contundentes baterías, bajos eléctricos y guitarras flamencas se unen a saxos y flautas, en ocasiones procesadas, y las aportaciones de Dj’s y productores cercanos a la electrónica trabajando con samples de cantes añejos o colaboraciones cercanas al soul o poesía hip hop.
Colores y formas para un lienzo de música, como siempre jaspeado por la libertad creativa e interpretativa que Pardo representa desde sus inicios.
Una música rica en matices, suculenta en su fundamento y sublime en sus contenidos. La vivencia del músico dentro de su propia música, abrazando el jazz y teñido del sentimiento del flamenco, se transforma en una música urbana contemporánea que aloja el pulso más intimo de la cotidianidad espacio-temporal de Pardo.
Este proyecto ya es una realidad y se encuentra girando por todo el territorio nacional con una formación de quinteto, más invitados, que suelen ser de gran lustre y van variando dependiendo de la zona geográfica donde se encuentre la banda, que está formada por jóvenes músicos de amplio bagaje y experiencia.
A los teclados se turnan el genial malagueño Tony Romero y David Sancho. En la batería podemos encontrarnos a David Bao, descendiente de una estirpe musical bien conocida en todo el país, o Alex Drums. Con la guitarra española, el gran Rycardo Moreno o el no menos grande Josemi. Al bajo eléctrico, Pablo Báez o Josué Ronkio, uno de los bajistas andaluces con más proyección de todo el territorio nacional.
Con este nuevo trabajo de Pardo nos adentramos en un mundo de detalles tímbricos y remates, amalgamas rítmicas y sutilezas sonoras, difíciles de captar en una escucha ociosa, éstas componen un todo musical bello y complejo, pero a su modo sencillo y popular, como un fractal colorido, poliforme y perfecto que te maravilla.
Es grato ver como cristaliza junto a estos proyectos parte de una nueva generación de músicos que han tenido acceso holístico a la música, casi se podría hablar de una “nueva era de músicos” en todo el mundo y, por supuesto, aquí en España.
No es difícil encontrar hoy día músicos formados en el clásico que abrazan el jazz y viceversa, otros de familia de estirpe y abolengo gitano que conocen a la perfección el real book y la improvisación del jazz académico, y “mostros” que en su curiosidad abarcan todo esto y a la vez las músicas negras del mundo con total solvencia.
Una pléyade de músicos que entre las nuevas tecnologías y el acicate de las crisis, que siempre espolean la creatividad se han convertido casi sin saberlo en la generación que más, y más rápido ha accedido a la información musical, convirtiéndolos en reactivos de decenas de fórmulas musicales.

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