Curro Romero debutó en La Pañoleta en 1954

Antonio Reyes “Don Criterio”.“Treinta años de crítica taurina en “El Liberal” de Sevilla”, 1932.
Nicolás Salas 


Curro Romero se vistió por primera vez de luces en la plaza de toros de La Pañoleta, el 22 de agosto de 1954. La plaza fue fundada en 1926 y derribada en 1968, para construir la autovía de Huelva. 

Antonio Reyes “Don Criterio” [“Treinta años de crítica taurina en “El Liberal” de Sevilla”, 1932], recuerda la fecha del 25 de diciembre de 1926 como inaugural de la plaza de toros de La Pañoleta, con una novillada en la que torearon mano a mano los diestros Enrique Torres “El Niño del Seguridad” y Félix Rodríguez “El Exquisito”, que mataron dos reses del hierro de los herederos de Anastasio Moreno Santamaría.

Por su parte, los hermanos Juan José y Francisco Antequera Luego [“Toros en Cama”, 1982], ofrecen el historial de la preciosa placita de La Pañoleta, que fue construida en 1926 por encargo del popular empresario camero Alfredo Amores Domingo, y derribada en 1968 para construir la actual autopista Sevilla-Huelva, a su paso por el barrio de La Pañoleta. Una de las escasas fotografías que se conservan de la plaza, y que nosotros reproducimos, fue realizada por Reche, fotógrafo camero.

La plaza nació con vocación de escuela taurina y fue escenario de numerosas becerradas, novilladas sin picadores, festivales e incluso corridas picadas. Tenía capacidad para unos tres mil espectadores. El 22 de agosto de 1954 debutó el faraón Curro Romero, que vistió su primer vestido de luces en La Pañoleta. Los festejos en La Pañoleta, antesala de la Sevilla taurina, fueron seguidos por numerosos aficionados ansiosos de ver a las jóvenes promesas.
Esta placita de toros tiene para nosotros especial significado personal. Desde mediado los años cuarenta hasta 1952, fuimos residentes en La Pañoleta y tuvimos en la citada plaza nuestro lugar de encuentro varios adolescentes con deseos de ser toreros. Por entonces el rejoneador Pepe Anastasio tenía allí sus caballos y  lugar de entrenamiento, razón por la que nosotros participábamos en el toreo de salón y empujando el carro, así como dándole algunos capotazos a las becerras que de vez en cuando llegaban a la plaza. Varios toreros de postín de la época iban también a entrenarse, como Pepín Martín Vázquez, y banderilleros. En este ambiente taurino coincidimos con Antonio Cobo, El Pío, Manolo Ponce, Miguel Mije, todos de La Pañoleta y Camas, y otros chavales que venían de Triana. Pero sobre todo, coincidimos con Curro Romero, con el que todos teníamos la atención de dejarle la vez cuando llegaba con su “bicicleta de carreras”, de paso hacia la Cooperativa Farmacéutica de Sevilla o de regreso hacia la botica de Camas, ya cargado de medicinas... Es decir, él daba sus capotazos en la placita de La Pañoleta ganándole tiempo a sus viajes de trabajo en bicicleta. Luego, una becerra de doña María Luisa Domínguez y Pérez de Vargas, en “Caño Navarro”, acabó con nuestra afición, mientras Curro Romero siguió su camino hacia la fama, y otros jóvenes del grupo también debutaron en la Real Maestranza.

De manera que, como bien recuerdan los fundadores de la Peña Curro Romero de Camas, fundada en 1956, demostrando una fe absoluta en el futuro del entonces becerrista, el “Faraón” nació en Camas y se hizo torero en la placita de La Pañoleta, algo que Curro nunca olvidó, como tampoco a sus amigos de entonces.

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