La música procesional

La Hermandad de la Macarena ha tenido una influencia indiscutible en su desarrollo.
Nico Salas

Es indiscutible la influencia de la Hermandad de la Macarena, sobre todo por su carácter universal, en la historia de la música procesional sevillana. El pistoletazo de salida lo marca Pedro Gámez Laserna con su marcha Pasa la Virgen Macarena a finales de los cincuenta.
Soria 9 era la banda que acompañaba a la Macarena hasta la llegada de la democracia. Antes de Gámez fue Mas Quiles, después llegaron Pedro Morales y Abel Moreno. Las marchas macarenas, de carácter triunfal y dinámico, se exportaron muy fácilmente por Andalucía.
La llegada a Sevilla de Abel Moreno generó una gran producción de música procesional, con muchas composiciones, alguna ya clásica como La Madrugá.
Tras diferentes experiencias como director y fundador de varias bandas, en 1984 es nombrado director de la Banda de Música de la División Mecanizada Guzmán el Bueno Nº 2, conocida por todos como Soria 9, sin duda, hay un antes y un después en la Semana Santa de Sevilla desde que Abel Moreno entrara en esa banda.
Entre sus marchas más famosas y significativas están Hermanos Costaleros, La Madrugá, Macarena, Virgen de los Estudiantes, y Soledad Franciscana, entre otras. A nivel anecdótico es imprescindible mencionar la marcha procesional Lloran los Clarines, dedicada a la memoria del torero Francisco Rivera Paquirri, que incluye un sonido taurino tan característico como es el del cambio de tercio.
Dentro de este periodo es obligado mencionar a ilustres compositores como José Albero con su marcha Esperanza de Triana Coronada (1984) y Cristo de la Expiración (1987), y a José Velázquez Sánchez, con marchas como Aniversario Macareno (1989) y Angustias de los Gitanos (1987).
El futuro se presenta esperanzador, ya que en los últimos años han surgido compositores que, de alguna forma, están recuperando el sentido histórico de la marcha procesional, influenciados por grandes maestros como López Farfán, Gámez Laserna, o Braña, entre otros.
En Sevilla, es de obligado cumplimiento nombrar a Francisco Javier Alonso Delgado, con marchas como Madre de Dios de la Palma, Madre Dolorosa o Virgen Macarena; José de la Vega, con sus rasgos sinfónicos que deslumbran a quien los escucha; Manuel Marvizón Carvallo, con sus originales composiciones, del que Madre Hiniesta, Candelaria, Esperanza o Virgen de las Mercedes muestran su excelente labor.
Completan el elenco, entre otros, Francisco Pastor Bueno, David Hurtado, José Manuel Bernal, José Manuel Delgado, Juan Antonio Barros Jódar, Juan José Puntas Fernández -con su famosa A ti Manué-, Paco Lola -con Caridad del Guadalquivir, Callejuela de la O o La Macarena-, y Pascual González, que en 1994 compuso su primera marcha de cornetas y tambores, Lagrimas de San Lorenzo, dedicada a la Hermandad del Dulce Nombre. Después vendrían Himno de la Coronación, Costaleros de Dios, Reina del Museo, Cuando sonríe la Macarena, Coronación en la Calzada, Montserrat Sevillana, Señora del Baratillo, Trinidad y Esperanza y la versión para palio del tema de la Misa Cofrade, Salve Cantora. González creó la editorial Trabajadera, junto al autor Francisco de Juan y el compositor Antonio Velasco, una compañía discográfica, con exclusividad en música cofrade y festivo-religiosa de Sevilla.
Los oídos de los cofrades sevillanos, y visitantes, disfrutan estos días de estas composiciones, respirando el aire, con olor a incienso y azahar, de las calles de Sevilla.


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