Éxito sin paliativos de la primera edición de Caravan Sur Fest

Tres jornadas musicales de calidad en la que los sevillanos pudieron disfrutar  en un entorno histórico, el Monasterio de la Cartuja
Nico Salas


Éxito sin paliativos de la primera edición de Caravan Sur Fest, que se desarrollo los pasados días 5, 6, y 7 de octubre en el Monasterio de la Cartuja. Tres jornadas musicales de calidad en la que los sevillanos pudieron disfrutar de buena música en un entorno histórico y que forma parte protagónica de la actividad musical de nuestra ciudad.
En la primera jornada, con gran afluencia de público, pudimos disfrutar de un gran arranque con  Furia Trinidad, banda que arrancó en abril del 2013 y tiene su base en El Puerto de Santa María. Pocos años de vida y ya han realizado gran cantidad de conciertos, tanto en España como en  Islas Reunión y Francia, donde al igual que en Sevilla dejaron un gran sabor de boca. Pudieron oírse los temas de su primer disco “Listen to Phenomenal Western Rock Combo” (2014) en el que combinan el rock western con el rock surf, aunque con cierto sabor a post punk.
A continuación fueron los chicos de The Wild Pajarracas los que en medio de un sonido ensordecedor hicieron las delicias de un público cada vez más numeroso que empezaba a calentar motores.
Una calor ambiental que siguió subiendo con la presencia en el imponente escenario de O´Funkillo que realizo un concierto espectacular donde repasó parte de su histórica discografía con temas más que conocidos como Riñones al Jerez, No Nos Vamos Pal´Keli o Dinero en los bolsillos. Estaremos atentos a su próximo trabajo de estudio que ya se está en pleno proceso de grabación y del que pronto tendremos noticias.
La nostalgia llego de la mano de los míticos Siniestro Total, que dieron una lección de saber estar en las tablas y de experiencia, curtida a través de sus 35 años de carrera profesional. El pasado diciembre presentaron El Mundo da Vueltas, su último vinilo, con el que han girado por toda España desde entonces.
Los gallegos dieron paso a los sevillanos y macarenos Narco que desplegaron toda su artillería rap metal ante miles de enfervorecidos seguidores.
Pasadas las tres de la madrugada echaba el cierre  esta primera jornada dejando las espadas en todo lo alto para lo que vendría en días posteriores.
La segunda entrega también resultó espectacular, aunque el corte de tráfico por parte del ayuntamiento sevillano en la Avenida de los Descubrimientos hizo algo más problemático el acceso al Monasterio.
La noche arrancó con la fusión hecha filosofía, de la mano de Quentin Gas & Los Zíngaros, banda sevillana que con su disco, Caravana, está haciendo las delicias de miles de aficionados a la música y que ya son toda una realidad del panorama musical.
Le siguieron en el escenario Zaguán, rock andaluz en estado puro, una banda que además de sus temas originales ofrecen el único tributo a Triana avalado por Eduardo Rodriguez, fundador de la banda. Zaguán ofreció toda una lección musical de buen gusto y preparo al respetable para lo que vendría después, la irrupción, una vez más, de Mártires del Compás, con Chico Ocaña liderando a un grupo de músicos de alta calidad que hicieron las delicias de los muchos seguidores con los que cuentan en Sevilla.
Llegaba la esperada hora de que Andrés Herrera Ruiz volviera a presentarse ante sus paisanos, y a fe que lo hizo con el corazón en la mano y una banda, Pájaro, que desplegó una maestría en el escenario pocas veces vista por estas latitudes. Comenzaron  a sonar los acordes de Apocalipsis, primer corte de su segundo disco de estudio, He Matado al Ángel, y la noche se transformó en mágica, la atmosfera que se respiraba era la de las grandes noches, con un público rendido ante una formación que dejo todo su arte en el escenario. Pájaro suena a Pájaro, indiscutiblemente, y eso es el paso definitivo del de Parque Alcosa a la consagración. Sí fue profeta en su tierra.
Aun quedó tiempo para la actuación de Los Diplomáticos, recordando al Gran Silvio y sus canciones, que ya son auténticos himnos que se corean por todos. Una despedida que se complementaba con lo vivido momentos antes. Rock Sevillano de ayer, y de hoy.
La tercera y última jornada del Caravan Fest fue la de más afluencia de público, un lleno absoluto que no hace más que confirmar el éxito de esta primera edición. Todo comenzó con Mi hermano y yo, cuya actuación comenzó con relativamente poco público, pero que fue creciendo conforme entraba más gente al recinto. Dejaron su tarjeta de visita para dar paso la siguiente actuación, la de Los Maleantes, que con su tributo a los míticos Delincuentes calentaron en gran medida el ambiente, preparando al respetable para una actuación atípica. Antílopez no pudo estar al completo en el escenario por la enfermedad de Félix.
En un acto de gran honestidad, tanto por parte de la Antílopez como de la organización, Miguel cargó con la responsabilidad de realizar el concierto sin su compañero, pero eso sí, arropado por la Banda Ancha, una formación de altos vuelos que dejo patente su calidad. Miguel estuvo a la altura, o un poco más, ya que después de presentar el concierto y dedicárselo a su compañero desplegó un repertorio que llego al publico nítidamente. Un público que entendió la ausencia y quedo más que contento. Un gran concierto en unas circunstancias complicadas.
Después de Antílopez y tras un pequeño descanso llegó Chambao, que en su última actuación en Sevilla, antes de disolverse, mostro un directo espectacular, lleno de energía  por parte de su líder y vocalista LaMari, y un sonido que echaremos de menos, al menos en los directos, después de la desaparición da la banda, El Flamenco Chill se queda huérfano, pero los sevillanos pudieron disfrutar de él en un concierto realmente vibrante y brillante.
El fin de fiesta y cierre del festival estuvo a cargo de La Jungla Band, poco conocida todavía en el mundillo musical pero con una proyección imparable, que pusieron una de las muchas notas positivas del evento. Los jóvenes músicos desplegaron un directo atractivo y lleno de dinamismo en el que no faltaron regalos al público, globos con forma de plátano y una broma al publico que consistió en hacer subir a dos actores, vestidos de Guardias Civiles, que escenificaron la cancelación del concierto, en medio de cierta incredulidad, poco después los actores bailaban en el escenario mientras el respetable también lo hacía, pero con una amplia sonrisa en la cara.
Un esplendido final para un exitoso nuevo festival sevillano. Que siga la fiesta.

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