Carlos Cano como inspiración

La hija del músico, Amaranta Cano, reflexiona sobre su padre antes de su homenaje a él y al 4D en Sevilla.
Nico Salas


Sevilla recordará el 4D, fecha clave en la historia reciente de Andalucía, en un multiconcierto en el Pabellón de Deportes de Sevilla, donde también se rendirá un sentido homenaje a Carlos Cano, figura de gran relieve socio político, que fue capaz con sus canciones de reivindicar el progreso de la región andaluza.
Amaranta Cano, hija del célebre músico, que actualmente dirige la Fundación que lleva el nombre de su padre, comentó con Viva Sevilla temas relacionados con este homenaje, recuerdos de su padre y temas de actualidad de la fundación.
Inminente homenaje en Sevilla a Carlos Cano. ¿Qué sensaciones tiene ante esta nueva prueba de reconocimiento hacia su padre?
Para mí son actos de reivindicación importantes para que la memoria no se pierda… que cada vez nuestra memoria es más frágil y esto es peligroso. Es importante saber de dónde venimos y conocer nuestras raíces. Es sumamente necesario hacerle tributo en estos 40 años del 4D, celebrar su impulso vital apasionado que siempre lo movió y al mismo tiempo reivindicar su legado; queremos mirar a Carlos Cano como inspiración para seguir apostando por un mundo más bello, más justo y más apasionante. La sensación es siempre satisfactoria porque, independientemente de que sea mi padre, la magnitud del artista y su compromiso con Andalucía y con el 4 de diciembre donde se pedía la autonomía plena y el autogobierno para nuestra tierra, merece ser recordado en este contexto pasados ya 40 años y más, cuando el propio Carlos estaría presente celebrando este día. Estoy ilusionada porque se escuche, porque lo descubran las generaciones más jóvenes, porque se refresque la memoria. Y que tras el concierto, la gente se vaya tarareando sus canciones, frescas y actuales; que se siga reivindicando la memoria y los valores que Carlos Cano defendió en su obra y en su vida.
Se cumplen 40 años del 4D y las manifestaciones históricas por la Autonomía Andaluza. ¿Cree que valieron la pena sacrificios de los andaluces en esa época, viendo la situación actual de Andalucía?
Siempre merecen la pena todas las luchas colectivas que aspiran a una mayor dignidad, a una mejora de la calidad de vida y a un mundo mejor. La lamentable muerte de Caparrós sirvió para algo, no se perdió. El compromiso de Carlos Cano con su tierra y con el ser humano ayudó a transformar en un momento histórico clave ciertos paradigmas y deformaciones sobre Andalucía y su tradición histórica y cultural. En todo caso, recordar aquel año constata que tenemos que seguir en ese camino que se trazó entonces. Significa que fue válido, pero no hay que regodearse en lo que se hizo, sino que tenemos que seguir luchando. El camino de los pueblos se va construyendo a partir de las generaciones que lo van fraguando y hace falta seguir andando.
¿Piensa que la figura de Carlos Cano está suficientemente recordada y valorada por los andaluces?
Mi padre es una figura muy querida y recordada porque su valía es indiscutible, pero en estos momentos en los que la cultura está tan golpeada, es fácil que nos olvidemos de la magnitud de ciertas personalidades como es su caso y de todo lo que significa. Carlos Cano es ahora y siempre único; sigue siendo vigente, por la fuerza y la belleza de su obra, por la reivindicación en sus letras y por su discurso político y poético que sigue siendo absolutamente actual. Es un referente vivo de ilusión para los andaluces y andaluzas que quieren recuperar la utopía. Él no quería una Andalucía dormida y en Andalucía sigue habiendo “mucho sol y sol y poca luz” y Carlos Cano intentó recuperar lo que tiene de luz ese sol. Se abrió al balcón del mestizaje que en Andalucía llevamos dentro y que mira hacía el Magreb, hacía el Mediterráneo o hacía América, que son los puntos cardinales de su esencia creadora. Como le definía Saramago, era un Cantor de cuatro caminos. Carlos Cano fue un precursor en la recuperación de la copla como manifestación de la música popular andaluza en un momento en que era considerada como símbolo de la España franquista, demostró a los progres que la copla no era eso, que fue manipulada por la dictadura, pues estas coplas ya se cantaban en la República. Sigue estando muy presente en el corazón de la gente y es muy añorado, porque necesitamos espíritus críticos. El problema está en los que tienen la capacidad de difundirlo y no lo hacen. Hace falta que desde determinados organismos públicos institucionales se proyecte más su figura sabiendo además que es un referente de valores de paz, una persona que aúna los valores positivos de una sociedad. Mencionar que fue nombrado por la Unesco Artista por la Paz en 1998. La significación de Carlos Cano como artista comprometido con su tierra y con sus gentes, alineado intelectual y emocionalmente con el pueblo, independiente y siempre crítico con el poder, le supuso el maltrato institucional. “Nunca he tenido militancia política -decía-. A veces me he dado cuenta de que tengo cosas anarquistas, otras más bien conservadoras, y algunas tienden a lo progresista y revolucionario, o sea, un lío. Pero ante todo me siento y defino como un hombre capacitado para comprender problemas humanos, sin color, ni raza, ni religión”. Es curioso que siendo la persona que graba por primera vez el Himno de Andalucía en el 1978, no se haya recordado ese hecho histórico. Estoy convencida de que en cualquier otro lugar, se hubiera valorado y celebrado que un artista popular hubiera grabado por primera vez un himno rescatado del franquismo y que representa a su pueblo. Como curioso es no dar más valía a que fue la persona que le pone banda sonora a su Andalucía con la Verdiblanca, cuando se desconocía hasta nuestra bandera. Es significativo el hecho que se le nombrara Hijo Predilecto de Andalucía a título póstumo.
¿Estaría de acuerdo su padre, en líneas generales, con la actual política autonómica andaluza?
Es delicado hablar en boca de alguien que ya no está, pero si me remito a las declaraciones que mi padre hizo, considero que faltan voces críticas y él era una de ellas y a la que añoramos. Cuando Carlos Cano vio la bandera en los coches oficiales, institucionalizada, dejó de cantar la Verdiblanca porque dejó de representar los valores a los que él cantaba cuando la compuso. El creía en los sueños, creía en la utopía y se desencantó pronto. El crea la Verdiblanca para un pueblo que soñaba y como decía: “Yo canto a la bandera de los pobres, yo canto a la bandera de la reivindicación, yo canto a la bandera de los sueños. Cuando la bandera deja de pertenecer a los pobres, pierde los sueños y pierde las reivindicaciones, pues dejo de cantarla; pero no dejo de cantar a los sueños ni a las reivindicaciones ni a los pobres”. Carlos Cano se cimentaba en unos valores universales como son la tolerancia, la solidaridad, el amor o la necesidad de justicia y libertad. Mi padre fue siempre un rebelde y un crítico absoluto con la sociedad y lo seguiría siendo porque los problemas, desgraciadamente, siguen vigentes.
¿Cuál es la función de la Asociación Memoria Carlos Cano y en qué consiste su trabajo en ella?
Desde hace ya algunos años, decidí dedicarme a luchar por la memoria y la obra de mi padre, desde la discográfica que él creo, Carlos Cano Producciones, y ahora en paralelo con la asociación, con la máxima pretensión de darlo a conocer a las generaciones más jóvenes, que son nuestra memoria, para que conozcan la historia de su tierra a través de su figura. Reivindicar su legado y también su dimensión humana, lúcida y rebelde; proyectar su obra, para que siga viva y difundir su pensamiento. Creo, que si las personas y los pueblos no son más que la memoria de sí mismos, es necesario educar para reconocernos en los valores que nuestro pasado nos enseña. Queremos evitar que se desvirtúe la figura de mi padre. Comulgamos con su pensamiento, que es el motor que impulsa nuestro trabajo de reivindicación. Queremos seguir provocando emociones y sentimientos, porque como él decía es uno de los placeres más grandes que tenemos los seres humanos y una de las cosas que probablemente puedan ayudarnos a que seamos mejores personas. Me reafirmo en su visión vital de “no tener miedo a los que se atreven a soñar y a los que son críticos”. En definitiva, estamos luchando por nuestra memoria y por nuestra cultura, a través de la recuperación de su obra, para que se siga escuchando, para que siga vivo porque nos es vital para caminar individualmente y para crear conciencia de pueblo en estos tiempos de miseria mental, no sólo económica o social. Sintetizando con las palabras que escribió Antonio Gala para el disco Cuaderno de Coplas: “Si no se avanza recordando, se tropieza: hay que mirar a la tierra. Ningún proyecto puede construirse sobre el olvido ni sobre el desdén. Las coplas de Carlos Cano pintan el retrato de la Andalucía eterna y solo podían escribirse por un poeta”.

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